E
l
testamento dejado por Beethoven en un compartimiento secreto
encontrado junto con su carta a la amada inmortal.
En el verano de 1802 y por recomendación personal de su médico
personal Johann Adam Smith, Beethoven se trasladó a Heligenstandt
... vale decir que en aquella época
se encontraba algo retirado de Viena.
Fue
allí
donde pasaría privados momentos... conciente ya de su definitiva
sordera,
el aislamiento de la que esta lo hacía preso y toda la carga
emocional de amor y preocupación por las personas que le importaban
verdaderamente plasmado todo esto en tan perturbador escrito. He
aquí su transcripción:
Para
mis hermanos Carl y….... (Johann) van Beethoven:
¡Oh,
hombres que me juzgáis malevolente, testarudo o misántropo!
¡Cuán equivocados estáis! Desde mi infancia, mi corazón y mi
mente estuvieron inclinados hacia el tierno sentimiento de bondad,
inclusive me encontré voluntarioso para realizar acciones generosas,
pero, reflexionad que hace ya seis años en los que me he visto
atacado por una dolencia incurable, agravada por médicos insensatos,
estafado año tras año con la esperanza de una recuperación, y
finalmente obligado a enfrentar el futuro unaenfermedad
crónica (cuya
cura llevará años, o tal vez sea imposible); nacido con un
temperamento ardiente y vivo, hasta inclusive susceptible a las
distracciones de la sociedad, fui obligado temprano a aislarme, a
vivir en soledad, cuando en algún momento traté de olvidar es, oh,
cuan duramente fui forzado a reconocer la entonces doblemente
realidad de mi sordera, y aun entonces, era imposible para mi,
decirle a los hombre, habla mas fuerte!, grita!, porque estoy sordo.
A
h!
Como era posible que yo admitiera tal flaqueza en un
sentido que
en mi debiera ser mas perfecto que en otros, un sentido que una vez
poseí en la mas alta perfección, una perfección tal como pocos en
mi profesión disfrutan o han disfrutado –Oh, no puedo hacerlo,
entonces perdonadme cuando me veáis retirarme cuando yo me mezclaría
con vosotros con agrado, mi desgracia es doblemente dolorosa porque
forzosamente ocasiona que sea incomprendido, para mi no puede existir
la alegría de la compañía humana, ni los refinados diálogos, ni
las mutuas confidencias, solo me puedo mezclar con la sociedad un
poco cuando las mas grandes necesidades me obligan a hacerlo.
Debo vivir como un exiliado, si me
acerco a la gente un ardiente terror se apodera de mi, un miedo de
que puedo estar en peligro de que mi condición sea descubierta –
así ha sido durante el año pasado que pasé en el campo, ordenado
por mi inteligente medico a descansar mi oído tanto como fuera
posible, en esto coincidiendo por mi natural disposición, aunque
algunas veces quebré la regla, movido por mi instinto sociable, pero
que humillación.
Tú
que miras en lo profundo de mi alma
Cuando alguien se paraba a mi lado y escuchaba una flauta a la
distancia, y yo
no escuchaba nada, o
alguien escuchaba cantar
a un pastor,
y yo otra vez no escuchaba nada, estos incidentes me llevaron al
borde de la desesperación, un poco mas y hubiera puesto fin a mi
vida – solo el arte me sostuvo, ah, parecía imposible dejar el
mundo hasta haber producido todo lo que yo sentía que estaba llamado
a producir, y entonces soporté esta existencia miserable –
verdadera mente miserable, una naturaleza corporal hipersensible a la
que un cambio inesperado puede lanzar del mejor al peor estado –
Paciencia – Esta dicho que ahora debo elegirla para que me guíe,
así lo he hecho, espero que mi determinación permanecerá firme
para soportar hasta que a las inexorables parcas les plazca cortar el
hilo,
tal vez mejoraré, tal vez no,
estoy preparado.
F
orzado
ya a mis 28 años a volverme un filósofo, oh, no es fácil, y menos
fácil para el artista que para otros – Ser Divino, Tu
que miráis dentro de lo profundo de mi alma,
Tu sabes, Tu sabes que el amor al prójimo y el deseo de hacer el
bien, habitan allí. Oh, hombres, cuando algún día leáis estas
palabras, pensad que habéis sido injustos conmigo, y dejad que se
consuele el desventurado al descubrir que hubo alguien semejante a
él, que a pesar de todos los obstáculos de la naturaleza,
igualmente hizo todo lo que estuvo en sus manos para ser aceptado en
la superior categoría de los artistas y los hombres dignos.
Ustedes, mis hermanos Carl y ……,
tan pronto cuando este muerto, si el Dr. Schmidt aun vive, pídanle
en mi nombre que describa mi enfermedad y guarden este documento con
la historia de mi enfermedad de modo que en la medida de lo posible,
al menos el mundo se reconcilie conmigo después de mi muerte. Al
mismo tiempo los declaro a los dos, como herederos de mi pequeña
fortuna (si puede ser llamada de esa forma), divídanla justamente,
acéptense y ayúdense uno al otro, cualquier mal que me hayáis
hecho, lo sabéis, hace tiempo que fue olvidada. A ti, hermano Carl
te doy especialmente las gracias por el afecto que me has demostrado
últimamente.
E
s
mi deseo que vuestras vidas sean mejores y mas libres de preocupación
que la mía, recomendad la virtud a vuestros hijos, esta sola puede
dar felicidad, no el dinero, hablo por experiencia, solo fue la
virtud que me sostuvo en el dolor, a esta y a mi arte solamente debo
el hecho de no haber acabado mi vida con el suicidio – Adiós, y
quiéranse uno al otro – Agradezco a todos mis amigos,
particularmente al Príncipe
Lichnowskyy
al Profesor
Schmidt –
Deseo que los instrumentos del Príncipe
L, sean conservados por uno de ustedes, pero que no resulte una pelea
de este hecho, si pueden serviros de mejor fin, véndanlos, me
sentiré contento si puedo seros de ayuda desde la tumba – con
alegría me acerco hacia la muerte – si esta llega antes de que
tenga la oportunidad de mostrar todas mis capacidades artísticas,
habrá llegado demasiado temprano, no obstante mi duro destino y
probablemente desearé que hubiera llegado mas tarde – pero aun así
estaré satisfecho, no me liberará entonces de mi interminable
sufrimiento? Vengas cuando vengas, te recibiré con valor- Adiós y
no me olvidéis completamente cuando este muerto, merezco eso de
ustedes, habiendo yo pensado en vida tantas veces acerca de cómo
hacerlos felices, sedlo -
Heiglnstadt
Octubre 6, 1802
Recién descubrí tu blog y me parece excelente. Yo no sabía acerca de este testamento de Beethoven y me parece increible como la mayoría tenemos una idea errónea acerca de la personalidad de este fabuloso músico. Por lo que el dice, se vio obligado por su sordera a aislarse de la sociedad y fue esto lo que condujo a crear una imagen de una persona hostil y altanera. Felicidades Alejandro y sigue adelante con el blog.
ResponderBorrarMuchas gracias por el compentario,
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