Es uno de los pocos bailes ruidosos que se ejecutan en nuestros días. Se puede ver hoy, únicamente en la reuniones de las clases humildes: Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy y Catamarca; pero hace 50 o 60 años (aproximadamente), se bailó en todas las provincias argentinas excepto las de la Patagonia.
Clasificación:
Es una danza alegre y ruidosa, de pareja sola y suelta, su acción es independiente con respecto a las otras parejas. Debe incluírsela dentro de las danzas picarescas.
Coreografía:
Posición inicial: En los puntos laterales del cuadro se colocan dama y caballero, durante la introducción los bailarines permanecen inmóviles, frente a frente, esperando la iniciación del canto o de la parte musical cantable.
- Enfrentamiento: el caballero y la dama avanzan el uno hacia el otro en línea recta y se aproximan de frente casi hasta tocarse, enseguida retroceden hasta el punto de partida.
- Vuelta: el varón y su compañera describen un círculo por la derecha sobre los lados del cuadro y se detiene en su punto inicial.
- Zapateo y zarandeo: Cada cual en su lugar, el hombre zapatea y la mujer hace el zarandeo, sin castañetas.
- Vuelta: ambos hacen otro circulo.
- Zapateo y zarandeo: en sus lugares.
- Media vuelta: caballero y dama emprenden la media vuelta final, luego se mueven hacia el centro del cuadro y, tendiendo ligeramente los brazos casi se tocan los hombros con las manos. Breve cuadro vivo y enseguida retroceden hasta sus puestos para esperar la introducción y hacer después la segunda, en que se repiten íntegramente los seis tramos. Terminan, cada uno en el lugar que ocupaba al empezar la danza.
- Durante todo en baile los ejecutantes deben mirarse y sonreírse por instantes, pues las danzas picarescas son bailes de cortesía.
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