miércoles, 23 de mayo de 2012

La voz humana

La física ha establecido que para que exista sonido se requieren tres elementos:
    1- Un cuerpo elástico que vibre.
    2- Un medio elástico que propague las vibraciones.
    3- Una caja de resonancia que las amplifique y las haga perceptibles al oído, a través de las ondas que las transmiten por el aire.
La voz humana tiene estos elementos: El cuerpo elástico que vibra, son dos membranas situadas en la garganta llamadas cuerdas vocales; el medio de propagación es el aire proveniente de los pulmones, y la caja de resonancia está formada por la caja torácica, la faringe, las cavidades orales y nasales.
Del mismo modo, nuestra voz cumple con todos las cualidades acústicas de cualquier sonido: altura, intensidad, duración y timbre.
La diferencia fundamental que existe entre la voz humana y cualquier otro instrumento musical, es que se trata del único instrumento, en que la forma y disposición de la caja de resonancia se modifica continuamente, adoptando diversas posiciones que cambian, amplían o disminuyen su capacidad. Así se convierte en el más perfecto de todos.
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Producción de la voz
La voz se produce por la vibración de las cuerdas vocales cuando se acercan entre sí como consecuencia del paso del aire a través de la laringe.
Laringe


La laringe es el órgano más importante de la voz, y se encuentra localizada en la parte central del cuello y en el tramo final de la tráquea. Está formada básicamente por músculos y cartílagos.
  
En su interior se encuentran las cuerdas vocales (también llamadas pliegues vocales), porque en realidad, no tienen forma de cuerda, sino que se trata de una serie de repliegues o labios membranosos, son dos bandas de tejido muscular que se  insertan en los cartílagos.
Al abrirse se respira y al cerrarse se produce la fonación. Las cuerdas vocales pueden tensarse o distenderse, lo que producirá sonidos agudos en el primer caso, y graves en el segundo.
   
Hay 4 cuerdas vocales: 2 superiores  que no participan en la articulación de la voz, y, 2 inferiores, las verdaderas cuerdas vocales, responsables de la producción de la voz .
Si se abren y se recogen a los lados, el aire pasa libremente, sin hacer presión: respiramos. Si, por el contrario, se juntan, el aire choca contra ellas, que vibran a modo de lengüetas, produciendo un sonido tonal. La frecuencia de este sonido depende del tamaño y  tensión de las cuerdas, y de la velocidad del flujo del aire proveniente de los pulmones.
  
Son los movimientos de los cartílagos de la laringe los que permiten variar el grado de apertura entre las cuerdas y una depresión o una elevación de la estructura laríngea, con lo que varía el tono de los sonidos producidos por el paso del aire a través de ellos.

Esto junto a la disposición de los otros elementos de la cavidad oral (labios, lengua y boca) permite determinar los diferentes sonidos que emitimos.
El sonido que producen las cuerdas vocales es muy débil, resultaría insignificante e incluso desagradable, a no ser por la caja de resonancia que lo amplifica, le otorga el timbre, adquiriendo belleza.
La Laringe
La laringe y la fonación
En la producción de la voz podemos distinguir tres fases:
    1. Se genera una corriente de aire procedente de los pulmones que asciende por los bronquios y la tráquea. En esta fase es fundamental la acción del diafragma, la cavidad torácica, la musculatura abdominal y de la espalda
    2. La corriente de aire pasa por la laringe y por las cuerdas vocales, que han de estar cerradas, el paso del aire a través de ellas produce una turbulencia, lo que trasforma el aire en sonido. Este sonido es el primer esbozo de la voz, es un sonido que sólo posee un tono (frecuencia) y un volumen (intensidad),
    3. Este sonido es enviado a través de la garganta, la nariz y la boca, dándole "resonancia."
El sonido de la voz de cada persona (timbre) está determinado por el tamaño y la forma de las cuerdas vocales y el tamaño y forma de la garganta, la nariz y la boca (las cavidades resonantes).
El registro, es el intervalo entre el sonido más grave y el más agudo que puede emitir una voz, sin importar la calidad tímbrica o expresiva. En este sentido es sinónimo de extensión. El registro se diferencia de la tesitura que es el intervalo entre el sonido más grave y el más agudo utilizables musicalmente.
En la música, la tesitura de una voz o instrumento, designa el conjunto de notas que un músico es capaz de emitir fácilmente, desde la más grave a la más aguda.
La tesitura y el timbre sirven para clasificar las voces (y los instrumentos), por categorías o familias.
 CLASIFICACIÓN DE LAS VOCES
Mozart's Requiem Mass in D Minor III - Tuba Mirum. Observa cómo van entrando las diferentes voces: Bajo -Tenor - Contralto - Soprano
Entra en este enlace y verás de forma clara y esquemática, la clasificación de las voces según su tesitura.
Las voces femeninas
Se clasifican en soprano, mezzosoprano y contralto, siendo la de soprano la más aguda y la de contralto la más grave.
VOCES FEMENINAS
AGUDA
SOPRANO
MEDIA
MEZZOSOPRANO
GRAVE
CONTRALTO
La voz soprano es la más aguda de las voces femeninas, y se distinguen por su facilidad y espontaneidad en el registro agudo, se  acostumbra a clasificar en: soprano ligera a aquellas voces de una tesitura extraordinariamente aguda, gran facilidad para la coloratura, y por lo tanto muy espectacular; Soprano lírica: se caracteriza por la belleza de su timbre cálido, y su buen volumen, es el tipo de voz más humana y quizás la más abundante dentro de las sopranos; Soprano dramática: de gran volumen y potencia en la emisión de la voz.
“Il dolce suono”  de la ópera “Lucia di Lammermoor”, Gaetano Donizetti. Versión de la soprano Inva Mula  para “El quinto elemento".

La voz de mezzosoprano tiene un timbre rotundo y más grave que la de soprano. Debe tener facilidad para producir sonidos graves y con cuerpo. Usualmente representa papeles solemnes o con mucho carácter. Las mezzosopranos de calidad son muy escasas y solicitadas. Podemos distinguir también entre mezzosoprano lírica y dramática.

La voz de contralto, es la de registro más grave, su timbre es oscuro y calido y es la menos común entre las voces femeninas. Posee un gran dramatismo y dentro de las operas ocupa un puesto de gran intensidad de expresión.

Las voces blancas, se denominan de esta manera las voces de los niños/as, también  las voces femeninas. Las voces infantiles se clasifican de la misma manera que las voces femeninas: soprano, mezzosoprano y contralto.
Las voces masculinas
Se clasifican en: Tenor, Barítono y Bajo, siendo la del tenor la voz más aguda y el bajo la voz más grave.
VOCES MASCULINAS
AGUDA
TENOR
MEDIA
BARÍTONO
GRAVE
BAJO

La voz de Tenor es la más aguda, timbre claro y brillante. Por su tesitura es, en general, la más espectacular y sus intérpretes recorren los escenarios con un vasto repertorio. Al igual que la voz soprano se distingue: tenor ligero, lírico y dramático.
El barítono posee una voz moderadamente grave, muy sonora, muy ancha o densa. Por su tesitura puede alcanzar tonos propios del tenor y/o del bajo. Podemos distinguir también entre: barítono lírico, de timbre más liviano y dramático de voz más voluminosa.
La voz del bajo es muy grave, potentísima y de una densidad y solemnidad difíciles de olvidar. Su tesitura coincide con la voz de contralto pero es una octava más grave.
Los bajos se subdividen en: bajo profundo de voz poderosa, solemne, alcanza las notas más graves masculinas y bajo cantante de voz grave más ágil que el bajo profundo.
Las voces más comunes en las mujeres son las de soprano y mezzosoprano, la contralto es una voz muy rara de hallar; de ahí el hecho (perjudicial) de que algunas mezzosopranos intenten ser contraltos. En las voces masculinas, las más comunes son la de barítono, y  la de tenor, la más rara es la de bajo profundo.

1 comentario:

  1. Muy buen articulo. Posee toda la información que un alumno de canto o de coro necesita.

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